
Por Lic. Laura Bolognesi

Aunque parezcan conceptos abstractos, tanto las NT como la realidad virtual y la realidad aumentada, tienen múltiples aplicaciones prácticas en diversos ámbitos de la vida cotidiana. Uno de los ámbitos más utilizados es la publicidad, donde los usuarios y usuarias pueden percibir un producto o servicio de manera más cercana. Por ejemplo, una agencia de viajes puede trasladar a sus clientes, de manera virtual, a una playa del caribe, a un hotel o a donde deseen.
En la educación se puede utilizar para recrear escenarios y que los y las estudiantes puedan vivir experiencias que favorezcan la internalización de los conocimientos. Por ejemplo, es posible replicar la jornada del 25 de mayo y vivirlo como si realmente hubieran estado allí ese día.
En la arquitectura, muchos estudios utilizan la realidad virtual para que sus clientes caminen por sus futuro hogar, percibiendo la dimensión real y la disposición de los ambientes.

Por su parte, la realidad aumentada también puede ser utilizada en estos ámbitos, favoreciendo la interacción, ya que, mediante una simple aplicación de celular, podemos ver cómo objetos, ilustraciones, fotografías, etc. cobran vida, saliendo de la virtualidad para ocupar un espacio en el mundo real.
En el marketing, la publicidad y la comunicación estos recursos son ampliamente valorados para generar relatos atractivos, experiencias que dejen una impresión en las audiencias y un posicionamiento diferente de nuestra marca o institución.
Las tendencias comunicacionales, en constante y vertiginoso cambio, nos exigen a los y las profesionales ser cada vez más creativos y atentos a las tendencias del mercado para lograr llegar a nuestras audiencias de manera efectiva sin desperdiciar tiempo ni recursos.